Lo primero que hizo fue subirse encima mío.
A ella le encantaba hacerlo así porque podía restregarme su clitoris al
moverse, lo que le provocaba orgasmos intensos.
Pero luego hizo algo inusual...
Después de un breve momento se levantó, se dio la vuelta apoyándose
sobre el sillón...
...y me dijo que se lo hiciera en
LA POSICIÓN DEL PERRITO
La más excitante de todas.
Estoy seguro que como hombre sabes que esta es la posición más difícil
de controlar.
Sobretodo porque nos encontrábamos muy excitados.
Pero para mi sorpresa no pasó.
SUCEDIÓ TODO LO CONTRARIO.
En medio de sus gemidos de placer, logré mantener el control total de mi
eyaculación.
Fue en ese momento que me di cuenta que podía decidir el momento exacto
en el que iba a tener un orgasmo.
Y así lo hice.
Después de unos 15-20 minutos de sexo duro, los 2 acabamos tumbados
sobre el sillón.
Y fue ahí cuando escuché la mejor frase que una mujer me ha dicho en mi
vida:
"Nunca Me Lo Habían Hecho Así... "
Es difícil para mi describir lo que sentí en ese momento.
Esas palabras todavía las recuerdo vividamente.
Por fin había logrado terminar con TANTA frustración.
Me sentía mejor que nunca y nuestra relación parecía inquebrantable.
Continué perfeccionando mis técnicas durante las siguientes semanas.
Eventualmente llegué al punto en que podía dominar mi orgasmo en
cualquier interacción sexual.
Fue en ese momento cuando...